Powered By Blogger

15 feb 2011

Vivamos

Hoy leí de Poldy que los re encuentros no son casualidades. Que cuando un hombre y una
Mujer, una mujer y un hombre, se encuentran, se reencuentran, es porque se andaban buscando,
porque se necesitaban, porque un hilo los siguió uniendo, un hilo finito pero fuerte. Porque
la historia tenía que ser de otro modo.

Y tal vez así sea. Quizás Bird tenga razón. A lo mejor debíamos volver a cruzar miradas,
dejar pasar colectivos, apretar nuestras manos para sentir que nada se perdió, y caminar sin
hablar sintiéndonos parte de la misma baldosa.

Hasta puede ser que acá empiece a trazarse eso que no nos animábamos por lo jóvenes y
vergonzosos. Por desconfiar de nuestros cuerpos y mentes y por no creer en nosotros mismos.

Sea por lo que sea, nos encontramos porque nos necesitamos, porque debíamos saber lo que
sentíamos, lo que nos  habiamos necesitado. Nos debíamos las charlas que no habíamos tenido,
los abrazos que no habíamos podido darnos, las miradas y los llantos, las risas y el miedo,
todo eso , todo junto, en un par de horas lo necesitábamos con ansias. Tanto. Tantísimo. Que
cada uno quedo de un lado del Depto. sin poder acercarse al otro , mas allá de la mirada.

Dicen que uno valora lo que tiene cuando está a punto de perderlo, tanto. tantísimo. Que
hasta que no estuviste a punto de irte no pude abrazarte. No pude verte a los ojos. y no pude
decirte que te quedes así. Cuidándome, una vez más. Para siempre.

Eras chiquito cuando te conocí, y cuando volví a verte, paradito con el rayo del sol en el
medio de la cara. Con una mano en la boca, y la mirada en el asfalto, con  una botellita de
medio litro en la otra mano, y los ojos que no sabían si mirar abajo o animarse a los
míos. Sentí que todo volvía a tener razón de ser. Creí por un instante en mis inocentes y
lejanos 13 años, en las caminatas, las paradas de los bondis y las miradas que no podían
enfrentarse por pudor a descubrirse dispuestas a ser encontradas.

Creí en vos una vez mas y creí en mi. Tanto creí que sentí la confianza de contarte mis
siguientes 13 años en dos horas y escuchar lo que había sido de los tuyos.

Cuantas cosas. Cuan poco tiempo. Qué lejos estuvimos. Que cercanos los hechos.

Que hubiera pasado si...? Eso no vamos a saberlo, quizás nuestro momento sea ahora, quizás
en ese tiempo todo hubiera sido terrible o intransitable. No lo sabemos. No nos quedemos con
lo que no fue. No estoy dispuesta. y no te doy permiso para eso.

Es hora de disfrutar el ahora. De vivir hoy como dice una gran amiga. De mirarnos ahora que
ya pasamos tormentas pesadas y nos sentimos merecedores de una mirada calma que nos agrande
el alma.

Abrasémonos, ahora que podemos, que lo necesitamos y nos animamos, que nos matamos y nos
Revivimos en cada abrazo, la pequeña muerte de Galeano.

Si cito gente, cito frases, porque las mías no alcanzan para describir esta historia y tomo
prestados pedacitos de vida de otros.

Besémonos con las ganas de besarnos que convivimos por trece años. Con la duda de si nos
gustaría o no los besos del otro. Con el no saber el aliento y el olor de la piel ajena.
Besémonos que nuestras bocas nacieron para eso. Para entremezclarse y formar una. Que son
las dos piezas del rompecabezas, que no entiendo como no nos besamos antes. Besémonos.

Mirémonos , con la ternura de niños  y el respeto de adultos. Mirémonos que yo también necesito
sentir tu mano presionando mi mano.  Apretame fuerte, que los aceros de tus anillos marquen
mis dedos para siempre y no por unas horas, como antes. Que la sensación de tenerte de la
mano me eleva, me calma, me enlátese.

Y sentémonos a charlar, mate de por medio, sin que la nicotina se termine. Para que el otro
se  sienta, además de oír, parte de lo que no vivimos juntos. Para que el dolor y la
felicidad que no compartimos, la compartamos. Sentate al lado mío y envolveme de tu magia,
llename de ilusión, escuchame como hombre y aconsejame desde tu alma, como en cada minuto que
tuviste para encontrarte conmigo desde que nos reencontramos. 

Te Amo



No hay comentarios:

Publicar un comentario